Detras de cada obra publicada en esta galeria virtual, se encuentra Milagros la creadora de tanta belleza, y detrás de esta página me encuentro yo, su hija Amparo, queriendo mostrar su arte al mundo virtual, para que llegue a más personas que valoran y disfrutan de ella. 

Dicen que para entender la obra de un artista hay que conocer su historia:

Milagros nació en 1958 en Santo Tomé, Corrientes. Su arraigo y conexión con la naturaleza del campo viene desde su infancia, rodeada de verde, familia y animales. Estudió Bellas Artes en la Universidad Nacional de Rosario y volvió a sus raíces correntinas, donde vivió varios años enseñando en los Esteros del Iberá, cuna patria de la naturaleza la cual lleva impregnada en su alma. A lo largo de su vida fue madre de cinco hijos, profesora,  autora de varias obras públicas, ganó concursos de arte y dirigió instituciones culturales, entre otras cosas; una creadora incansable.

Hay algo en ella y en su obra que toca un registro profundo, nació con una condición física que afectó el desarrollo de sus manos, privándola de varios dedos, supo convertir esa dificultad en un talento desbordante y una tenacidad de acero, sublimando en color y expresión, descubrió desde muy chica que el arte no era solo un oficio: sino la forma más delicada y honesta de sostenerse.

Pintar fue su modo de potenciar su cuerpo, su creatividad y su deseo. Ella pinta como vive: con decisión, con movimiento, con humor y con una energía que no admite excusas;  donde siempre vuelve a sus pinceles como quien vuelve a casa. De chica, aprendió a sentir la libertad arriba de un caballo antes que con sus propios pies. Quizás por eso, cuando pinta equinos y paisajes de nuestro Corrientes, no está solo pintando una imagen: está pintando su propia libertad.  Desde hace más de 50 años, sus pinceladas capturan una esencia única. Ella encontro en el arte su forma de estar y ser en el mundo donde sus obras hablan mejor que cualquier presentación: del movimiento, de la alegría, de la intensidad, de la calma, de todo lo que observa y transforma.

 

 Y yo, que la vi pintar toda la vida, sé que en cada cuadro hay un gesto suyo, una manera de mirar y una forma de sentir el mundo.  Te invito a que veas sus trabajos, y puedas encontrarte con esa misma fuerza y verdad que yo tuve la suerte de ver desde siempre.