Presentamos una obra al óleo que evoca la serenidad y la conexión profunda entre el hombre, el animal y la naturaleza en el paisaje rural argentino. Esta pintura impresionista, realizada con técnica de impasto, destaca por sus pinceladas texturizadas que capturan la luz y el movimiento de manera sublime.
El protagonista es un jinete, vestido con camisa clara y sombrero de ala ancha, montando un majestuoso caballo tordillo que avanza con calma a través de un humedal. El reflejo en el agua, que ocupa la mitad inferior del lienzo, añade una dimensión poética, duplicando el cielo nuboso y la vegetación densa del horizonte.
Un detalle cromático singular lo aporta la proa azul intenso de un bote, que contrasta elegantemente con los tonos tierra y celestes de la composición. Esta pieza es un homenaje a la vida rural y a la armonía entre el hombre y su entorno, para quienes valoran el arte que celebra nuestras raíces y paisajes naturales.