¿Que ves cuando me ves? dice la canción...
Esta Colección te invita a descubrir una obra al óleo que cautiva desde el primer instante: en tonos marrones, con los músculos marcados y definidos, que parece emerger de un fondo lleno de misterio. Cada pincelada resalta la anatomía del caballo, haciendo que su presencia se sienta casi palpable.
Una obra que desafía la percepción. Lo que parece un desdoblamiento en el rostro del animal es, en realidad, un símbolo de intuición profunda: un ojo vigila el mundo terrenal, mientras el otro contempla lo invisible. Este óleo captura esa dualidad entre el instinto de supervivencia y la sabiduría del alma.
Mucho más que una obra decorativa: es un relato visual que conecta con la profundidad y la sabiduría que habita en la naturaleza del alma equina, ideal para quienes buscan llenar su hogar con piezas que transmiten carácter, misterio y belleza atemporal.
