| 3 cuotas de $0,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $0,00 |
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| 3 cuotas de $0,00 | Total $0,00 | |
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| 12 cuotas de $0,00 | Total $0,00 | |
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| 3 cuotas de $0,00 | Total $0,00 | |
| 6 cuotas de $0,00 | Total $0,00 | |
| 9 cuotas de $0,00 | Total $0,00 | |
| 12 cuotas de $0,00 | Total $0,00 |
| 3 cuotas de $0,00 | Total $0,00 | |
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Una obra al óleo que captura en pequeño la esencia sublime del polo, ese deporte emblemático que combina potencia y precisión en una danza única.
A diferencia del fondo estático típico, este cuadro presenta un fondo dinámico donde el cielo se despliega en pinceladas circulares y turbulentas en tonos celestes, blancos y violáceos. Esta técnica genera una sensación de vértigo y velocidad, como si el mundo se desdibujara alrededor del jugador en el instante exacto de la jugada, resaltando la rapidez y el movimiento vertiginoso del galope.
El foco de la obra se centra en la perfecta comunión técnica entre jinete y caballo. La postura erguida, el taco elevado y la mirada fija en la bocha expresan una elegancia deportiva inigualable. Este instante congelado en el lienzo evoca ese milisegundo de silencio mental previo al impacto, el timing perfecto que en el polo define la diferencia entre la fuerza y la precisión.
Es la pieza ideal para quienes entienden que el polo es, ante todo, un arte en movimiento.